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Comunicarse.

 Comunicarse no es fácil… Más cuando la persona que no se sabe comunicar supone que cada desacuerdo es definitivamente una discusión o una pelea, cuando se carece de responsabilidad vamos a tomar siempre cada comentario de retroalimentación como un ataque, cuando las personas no tienen conciencia o muy poca conciencia de si mismas tomarán cada límite como una traición. La mayoría de las veces los comportamientos de las personas son un espejo de su inhabilidad para poder confrontarse a sí mismos. Y no es un pecado no saber comunicarse, lo que debería ser un pecado es que terminen poniendo la responsabilidad en los demás y aún a sabiendas, con la conciencia que se debería trabajar, no sé haga. Y así, la culpa se come a la responsabilidad. No permitan que los miedos, las frustraciones, las relaciones fallidas sean la constante. Permítanse avanzar, permitirse comunicar lo que ahoga, aclarar la garganta y no vulnerar la fragilidad del otro. Todos, podemos decidir en algún momento

Siempre cuestionarnos...

Hoy alguien dijo: “Ni siquiera se trata de tener o no responsabilidad afectiva, a veces es cuestión de tener dos neuronas funcionales y no actuar como un pendejo” Y aunque fue una frase entre chiste y chanza muy fuerte, empezar a debatir entorno a ella, y es que, a mi modo de ver, no se trata de suponer que el otro nos debe nada, el enfoque debería estar en ¿cuánto somos capaces de empatizar y actuar en consecuencia? Es que es fácil justificarse, es fácil decir al otro le falta trabajar en su ser, es increíblemente fácil señalar y poner responsabilidades en otros que son al final del camino consecuencias de nuestro comportamiento. Y pensemos en un ejemplo del día a día, las mujeres que no solemos estar acostumbradas a recibir nada de nadie, y pongámoslo en lo material, tarde o temprano volvemos al hombre tacaño, porque este va a entender que en efecto no lo necesitas (Ya sé, no todos son así…) Por eso, nos encontramos con tantas historias que parece que los uniera la falta de buen trat

Superpoder.

Cuando preguntan qué superpoder quisiéramos tener, casi siempre hablan de volar, invulnerabilidad, fuerza sobrehumana, percepción extrasensorial, invisibilidad, precognición, teleportación y cambio de forma, y yo pensaba que ojalá me fuera concedido el de: Reconocer y responder de manera coherente al daño que he recibido, sea cual sea ese daño… Emocional, físico, psíquico, psicológico. Definitivamente solemos carecer de la capacidad para identificar de manera clara cuando nos sentimos heridos, comprender el universo que se desprende de ello, validar esos sentimientos, y lo más importante adoptar las medidas necesarias y suficientes que den como punto más alto dar una respuesta saludable, que se encuentre alineada con mis emociones y mis valores personales. La verdad, es que poco se habla de tenernos autocompasión, porque sería visto como una muestra inmediata de vulnerabilidad, lo importante aquí es reconocer y validarnos, literalmente no ser nuestros propios haters. Ante situaciones d

Verdades ¿Incómodas?

Me dijeron un día: A ti te joden porque eres muy buena. ¡Error! La gente no me jode porque yo sea muy buena, me joden porque realmente ellos son irrespetuosos, están acostumbrados a ser abusadores, aprovechados, desleales y la cereza del pastel: Mentirosos. Y ¡paf! Eso no es mi culpa. Me parecería injusto o más bien, me puedo negar a creer que la única manera de hacerle frente a la “gente mala” es convertirme en uno de ellos. Ir a terapia, (por lo menos a mí), me dio a entender, si para que no me jodan tengo que dejar a un lado mi bondad, realmente el mundo ya me jodió. Entonces, el camino ahora se volvió más fácil. Empezando por: Nadie vino a cambiar a nadie. La gente herida, hiere gente. La gente curada, cura gente. La gente amada, ama gente. Las personas que cambian para bien cambian gente. Las personas amargadas, amargan personas. Así, determinarás en algún punto de tu existencia de quién rodearte. Rodearnos de quién nos da y permiten vivir en paz. Besos. Y.

Soledad 2.0

¿La soledad de quién debería recibir comprensión? En ocasiones reflexiono sobre qué realmente me puede hacer sentir sola. Definitivamente no puede ser la ausencia física de personas, porque sinceramente en muchas oportunidades me sentí acompañada, aún en la distancia, y aún teniendo personas cerca me sentí increíblemente sola. Entonces, por más ridículo que te parezca leer las siguientes líneas para mí, la soledad que rompe, la que uno siente, es la dificultad de encontrar comprensión en otros corazones. Cuando queriendo decir algo, gritar algo, se debe callar; por el miedo inexplicable e inoperante de no herir al otro, así el otro en su trono de superioridad lo haga sin reparo a lo que sientas. O cuando te decides a hablar, lo hagas frente a una pared, aquellas personas que no le interesa expandir su corazón, mucho menos la mente para comprender. Y así, hasta la verdad sin empatía se convierte en simple y llana crueldad. No ames, si no estás dispuesto a ceder y comprender.   B

Duelo.

Creo que nadie sabe nada de duelos, si no ha pasado por uno de ellos. Es más, hay duelos de los que nadie habla… Intentémoslo hoy. Padres, es importante entender que nuestros padres son o fueron las personas que fueron, y ya. Intentar no idealizarlos, lo que de repente hubiéramos esperado, o que definitivamente lo que en algún momento quisiéramos que fueran. Entender que tienen sus propias limitaciones, sus fallas… Es nuestro camino de emprender hacía la madurez. Duelos a los sueños, aceptar que a veces tenemos sueños que en algún momento luchamos dejándolo todo y en el transcurso de la lucha, ya no es nuestro sueño, o muy seguramente ya no compensa todo el “sacrificio” de trabajo para poder alcanzarlo, y solamente nos desgastó, robo paz. Fue, pero ya no es. Duelo a las amistades que no son para siempre, creíamos que lo eran y un día solamente entendimos que hubo tiempo invertido en ello. O sea, reconocer que algunas amistades no están destinadas para que representen un para siem

La vida, ahoga.

Con más días por reflexionar, cada vez que alguien me cuenta algo de su vida y me pide un consejo, realmente soy yo aconsejándome. Para hoy: El que no expresa su sentir enferma, quién no llora se infarta. Acá se abre un debate interesante, y es el sentir y más que nada el accionar, al pedir ayuda cuando sentimos que la vida nos aplasta, que ya no damos más. Estamos de acuerdo, que al final del día cada uno se salva, cada uno decide si seguir o tirarse por la ventana… Pero ¿vale la pena tener todo ese peso y tener todo ese sentir presionando el pecho solos? ¿Por qué no pedir ayuda cuando estamos rotos por dentro? O ustedes jamás han tenido esa sensación de no querer seguir, de sentir que final final no va más, que llegamos al minuto 90 y no hay opción de repechaje, no hay partido de vuelta ni ninguna mierda que nos podamos inventar. ¿No? Entonces, además… Bienvenidos a uno de los pensamientos intrusivos de este yo que da consejos de amor estando soltera, da tips de salud mental estando

Seres defectuosos.

Aunque nos encontremos en una constante batalla para poder encontrar un “equilibrio”, la vida nos ha demostrado en diferentes ocasiones que simple y llanamente no es lo natural. Está era de modernidad nos ha traído menos filtro en la comunicación y en la expresión del pensamiento y podríamos deducir que para muchos es más fácil actuar y expresarse de manera individualista y menos equilibrada hacía los demás. ¿Sabemos que es lo ideal? Posiblemente no sabríamos responderlo, lo importante es entender que queremos como seres humanos defectuosos en busca de un equilibrio. Pero ¿Qué tan reactivos actuamos a diario? ¿Es lo correcto? No sé si sea correcto o no. Ese ya es un debate moral. Pero tal vez, esa parte reactiva sí es natural. Es una derivación del instinto que tenemos todas las especies que contamos con vida. Lo que sí puedo creer es que nuestra capacidad de razonamiento nos puede llevar a controlar (al menos un poco) el impacto de esa reacción, limitando su efecto negativo en el ento

Conexiones.

Y es verdad, lo que no sirve que no estorbe. Resulta hoy por hoy un término en realidad práctico, posiblemente suene muy peyorativo, pero si no me sirve… ¿Para qué lo tengo? La novia, el novio, la familia, los amigos, la ropa, los vínculos. Y eso nos abre otra ventana, estamos en una sociedad que es de extremos, blanco o negro, frío o caliente, de derecha o izquierda, nada de grises, nada de tibios, nada de puntos medios, al parecer es de cobardes. Y ¡PUM! Aparece otra raza, la que nos gusta estar en pareja, pero también solos al mismo tiempo, amo tú compañía, pero también amo mi soledad, todo al mismo tiempo y me pone en un punto de contradicción, y la verdad las relaciones que establecemos en la actualidad parece que nos gritara a la cara: “Eso no se puede, es imposible” Pero, yo pienso en que amo esa compañía hermosa pero también soy capaz de disfrutar de tú ausencia. Entender que en la ausencia es cuando se adquiere un poder relevante, tú ausencia es silencio, es el reencuentro nec

Necesitamos teorías que cambien nuestra vida.

Necesitamos teorías que cambien nuestra vida. Definitivamente pasamos mucho tiempo alternando, intentando controlar a otras personas, al final nos vemos afectados emocionalmente tratando de descifrar sus comportamientos, a lo que deberíamos darnos cuenta de que no tenemos en absoluto control sobre ellos. No vinimos a este plano a tener control sobre las acciones de otras personas, mucho menos a cambiarlas. Ser conscientes que no es nuestro trabajo analizar el comportamiento de las personas, mucho menos sacar conclusiones del por qué hacen lo que hacen. Siendo sensatos, tal vez nunca lo sabremos. Y sí, nos vamos con nuestra teoría del “déjalos” ¿Alguien no se quiere comprometer? Déjalos. ¿Alguien te excluye? Déjalos. ¿Alguien te ha engañado? Déjalos. No será únicamente emocionalmente liberador, sino que a su vez permite que las personas muestren su verdadero ser, podemos visualizar sus verdaderos colores, y la verdad, eso, es invaluable. Así, podremos tomar decisiones sobre