Solo un chiste...
Si quieres saber
que tiene un hombre por dentro, toca tratarlos como galletas de la fortuna…
Aplastarlos y hacerlos añicos.
Y antes que
parezca ultra feminista puedo mencionar, no sé puede negar lo innegable, cuando
el individuo se encuentra en su momento más crítico es el justo instante en que
el que puede revaluar exactamente sus prioridades.
O sale a correr
como vil cobarde o enfrenta sus inconvenientes.
Opciones que se
debaten entre hacer y parecer. Un verdadero imbécil, o como se dice
coloquialmente saca y hace valer su casta.
Señalar no es
opción para nadie, pero la ley de compensación es directa e implacable.
Para calmar ánimos
un chiste fino y muy “kiut”: “Una arepa quería ser astronauta y se metió a la
masa”.
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