"No me hables, quiero estar contigo" M.M.

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La sinceridad es descortés... La comunicación verbal complica a veces las cosas de la gente. Quién no ha experimentado la miseria cuando una persona que deseábamos se derrumba con las primeras palabras. Cuando el personaje que amamos nos hiere con el recuerdo de una debilidad que le confiamos. Cargamos con la confidencia de aquellas sospechas jamás solicitadas. Definitivamente, en pocas palabras debería bastar para mantener vivo un amor; las suficientes para saber con quién estamos, y a dónde se dirija. Por qué no aventurarnos por advertir que la mayor conquista en el amor se realiza cuando aprendemos a compartir silencios sin inquietud. Claro, hay silencios de silencios. Algunos repugnan. Los de aquellos que se hunden a tu lado y suponemos ignorarlos para que se hundan solos. Y hay Silencios exquisitos , llenos de armonía cuyo fondo murmura algo aún más exquisito. Hay Infinidad de Silencios, el silencio tiene diversas cualidades. Las palabras en ocasiones son más limitadas. El silencio está siempre abierto. Las palabras en ocasiones parece un gris laberinto. ¡La sinceridad es descortés!

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