Es raro, hoy pensaba que hoy por hoy es inusual escuchar el sonido natural de las cosas… Parece que le tememos al silencio, y así vivimos huyéndole. Comemos viendo algo… Estamos dando un paseo por la naturaleza y estamos escuchando música… Mientras esperamos el transporte o en él, solemos revisar alguna red social… Huimos… La pregunta, ¿A qué? ¿Huimos al sonido de una casa vacía? ¿Al sonido natural de las cosas? ¿A los murmullos? ¿A la gente? ¿A las conversaciones que creemos “innecesarias”? Es momento de darle paso al real silencio, a ese que no será absoluto. La vida, siempre nos sonará a algo. Que bueno sería estar presente o por lo menos intentarlo. En algún punto tendremos que escuchar la vida como es, el reto será descubrir paz en el silencio de lo cotidiano. Besos, Y.
Cuando preguntan qué superpoder quisiéramos tener, casi siempre hablan de volar, invulnerabilidad, fuerza sobrehumana, percepción extrasensorial, invisibilidad, precognición, teleportación y cambio de forma, y yo pensaba que ojalá me fuera concedido el de: Reconocer y responder de manera coherente al daño que he recibido, sea cual sea ese daño… Emocional, físico, psíquico, psicológico. Definitivamente solemos carecer de la capacidad para identificar de manera clara cuando nos sentimos heridos, comprender el universo que se desprende de ello, validar esos sentimientos, y lo más importante adoptar las medidas necesarias y suficientes que den como punto más alto dar una respuesta saludable, que se encuentre alineada con mis emociones y mis valores personales. La verdad, es que poco se habla de tenernos autocompasión, porque sería visto como una muestra inmediata de vulnerabilidad, lo importante aquí es reconocer y validarnos, literalmente no ser nuestros propios haters. Ante situaciones d...
Comunicarse no es fácil… Más cuando la persona que no se sabe comunicar supone que cada desacuerdo es definitivamente una discusión o una pelea, cuando se carece de responsabilidad vamos a tomar siempre cada comentario de retroalimentación como un ataque, cuando las personas no tienen conciencia o muy poca conciencia de si mismas tomarán cada límite como una traición. La mayoría de las veces los comportamientos de las personas son un espejo de su inhabilidad para poder confrontarse a sí mismos. Y no es un pecado no saber comunicarse, lo que debería ser un pecado es que terminen poniendo la responsabilidad en los demás y aún a sabiendas, con la conciencia que se debería trabajar, no sé haga. Y así, la culpa se come a la responsabilidad. No permitan que los miedos, las frustraciones, las relaciones fallidas sean la constante. Permítanse avanzar, permitirse comunicar lo que ahoga, aclarar la garganta y no vulnerar la fragilidad del otro. Todos, podemos decidir en algún mome...
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