La vida, ahoga.
Con más días por reflexionar, cada vez que alguien me cuenta algo de su vida y me pide un consejo, realmente soy yo aconsejándome. Para hoy: El que no expresa su sentir enferma, quién no llora se infarta. Acá se abre un debate interesante, y es el sentir y más que nada el accionar, al pedir ayuda cuando sentimos que la vida nos aplasta, que ya no damos más. Estamos de acuerdo, que al final del día cada uno se salva, cada uno decide si seguir o tirarse por la ventana… Pero ¿vale la pena tener todo ese peso y tener todo ese sentir presionando el pecho solos? ¿Por qué no pedir ayuda cuando estamos rotos por dentro? O ustedes jamás han tenido esa sensación de no querer seguir, de sentir que final final no va más, que llegamos al minuto 90 y no hay opción de repechaje, no hay partido de vuelta ni ninguna mierda que nos podamos inventar. ¿No? Entonces, además… Bienvenidos a uno de los pensamientos intrusivos de este yo que da consejos de amor estando soltera, da tips de salud mental estando ...