Reto 2011


No pelear por causas pérdidas, bajar de peso, dejar de fumar ó beber alcohol, aprender a decir no, botar ó regalar lo que no sirve, ir al médico, visitar a los enfermos, hacer ejercicio, conservar a los buenos amigos, dejar de trabajar gratis, pagar deudas, adquirir casa, establecer prioridades, dejar a un lado las costumbres. Dejar de complicarse tanto… de paso tratar de erradicar la cantaleta, así iniciaríamos el año.
Va pasando Enero, donde las alzas son protagonistas, protagonistas principales Vs lo más indignante; el alza miserable de un salario, tanta preocupación para percatarnos que ya estamos en febrero, tan corto el mes que sin grandes complicaciones estamos en marzo celebrando el día de la mujer para seguir con semana santa, y seguimos celebrando en la tierra de los mil reinados. A veces de belleza, a veces de corrupción ¿Qué se le va a hacer? A ratos retumba más y por años la respuesta de una reina que el despilfarro de los bienes nacionales.
Estamos sin importar lo que pase con una sonrisa y se avecina con mayo día de la madre, pero sin pensarlo llega junio y el turno es ahora para papá.
Seguimos en nuestra carrera de obstáculos cuando agosto con sus cometas, festival de verano, rock al parque y festivales afines nos visitan. Muy optimistas y enamorados estamos en septiembre. Luego todo cambia y de repente todo tiene una brisa fantasmal y a punta de telaraña y pelucas celebramos emocionados Halloween y como al tercer día ya todo esta verde y rojo lo que indica que festividades navideñas se aproximan. En ese justo momento nos percatamos que de esa lista no cumplimos ni una cuarta parte, es más bebemos más, estamos más gordos y adquirimos más manías.
Por ahora, damos por terminada este tiempo de vacaciones, llego la hora de volver a la realidad, a entregarnos a los afanes, a los trancotes, a las jornadas laborales, a uno que otro reclamo, a uno que otro disgusto, con el vecino… con quien sea, porque a veces eso es lo de menos a la hora del disgusto, sin motivo o con el no importa con quien estemos disgustados, lo importante es la funfuña. Dentro de poco todo el mundo o por lo menos quienes tienen la fortuna a sus trabajos… a estudiar.
Talvez ya no sirva preocuparse tanto, es bueno disfrutar todo mientras dure. Los compromisos, las obligaciones, la rutina, nos hacen gruñones y hasta predecibles por eso sin descuidarnos debemos aprender a diferencias lo importante de lo urgente.
Aprender a disfrutar y distinguir en el momento justo lo que hace la diferencia, posiblemente aquellas cosas “simples” (no tan simples) es lo que nos llena a veces agobia (y… otro día acabo esta vaina xD! Toy embotada y escuchando a Patricio Rey :) ).

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