La magia de soltar para ser feliz.

Gozamos de la facilidad de complejizarnos la existencia. Más hoy, en un mundo que ser libre pensador cuesta la tranquilidad y la calma, en casi todos los niveles en los cuales podamos interactuar. Aun sabiendo que es más lo que ignoramos, son más los temas que desconocemos; ni hablar de tener por contemplar los sentimientos de los demás, cuando de una u otra manera nos crean la falsa expectativa que somos responsables de cierta estabilidad. Y así, va pasando nuestra vida… Ignorando y sintiendo culpas por los sentimientos de otros. No hay otra salida que soltarnos emocionalmente, es realmente difícil reconocer que la solución no se encuentra en nuestras manos de manera eficiente, eficaz e inmediata. Lo que haría además prolongarnos en lo efímero de algo que sabemos que está sucediendo, pero no tenemos aún plena conciencia de ello. El mundo de las emociones es complejo… Creemos tener un mar de conocimiento con menos de 1 cm de profundidad. Por ello, señalamos, alimentamos egos falsos y somos presa fácil de la inestabilidad emocional de quienes nos rodean. Y empezamos otra vez, no soltamos, tan aferrados de manera consciente que casi merecemos dicha suerte. La verdad, es una: Nadie merece ser lastimado, por este motivo principalmente el respeto al otro... Que debemos caminar pausadamente siendo delicados en la medida de nuestras posibilidades. Somos bondadosos y casi siempre lo olvidamos. Seamos bondadosos y cuidemos a quienes queremos, soltemos; tal vez sea mejor bajo la mirada y el brillo de otros ojos, el resonar de otras piedras, encontrar la calma de otra brisa, la candidez de otro cuerpo y la calidez de otra alma. Solo soltando sé es feliz y se encuentra la calma.