Un día de historia.

En días pasados mientras hacía un pequeño trabajo acerca de la Historia de Colombia vi con demasiada tristeza, angustia e impotencia lo que sucedió, lo que sucede, ver que ninguna raza ha sido exterminada más despiadadamente que la del indio americano, ninguna tierra ha sido violada de modo tan infame como la nuestra por buscadores de oro.  Siento una terrible vergüenza al pensar en nuestros orígenes, nuestras manos están empapados de sangre y crimen y aún peor la carnicería no cesa.
Cualquier hombre, hasta el amigo más íntimo, es un asesino en potencia. Aún peor hoy no se destruye con rifle si no de manera más sutil, ahora nos encontramos ante actos más perversos en pro de la tortura, nos aniquilamos, matamos a nuestro semejante con palabras, que aun no saliendo de nuestros labios ya tiene la fuerza y potencia por la destrucción. Se nos enseñó a callar, a disimular a sonreír y parecer gentiles aun cuando la ira nos reviente las venas de la frente y/o cuello.  Aprendimos a estrechar las manos, a saludar cortésmente, a tener aspecto de inocencia para encontrar el mejor momento para hincarle el diente… ¿A quién? A cualquiera… Como si eso importara.
A veces tenemos que acostumbrarnos a los inconvenientes a los inconvenientes de la libertad. Por eso sentimos el ánimo de abrirnos paso, evitando caer, evitando ser pisoteados. Ya no sabemos a qué ritmo nos movemos.
Nos pesa la vida, nos agobia la muerte. Entonces si la vida es indeseable ¿No es un error terrible?
Hacer el menor gesto, puede dar mayor sentido de vida. Pronunciar una palabra con todo el ser puede dar vida.
Que se yo de cualquier simple hombre harapiento que sentado en algún parque, en cualquier esquina siendo de día o en la noche de su abundante vida, lo que piensa, ¿su energía? O se nada, y como muchos solo los ignoramos. No nos creemos capaces de actuar.
Hoy, no estoy a favor ni en contra de nada, tal vez no es tomar conciencia, no es hacer una afirmación, algunos repudian el sentido común, otros en contra de la acción y otros solo se refieren al primer Manifiesto de Dada (Por cierto, para mí un extraño documento): “Dada es la vida sin zapatillas, ni paralelo… Severa necesidad sin disciplina ni moralidad y escupimos en la humanidad…”
Reproduciré además algo de Jacques Vache y que lo podemos aplicar con demasiada practicidad a cada actividad que demanda el día a día: “El arte deberá ser algo divertido y un poco aburrido”.
Algún día aprenderemos que es ser generoso, a mi como ejemplo me cuesta decir no y aunque entiendo su significado es más fácil decir si antes de que hayan pedido algo… Así ese algo me joda la vida, me haga perder amigos; muy seguramente eran “amigos”.
Muchos se le atribuye la locura, tal vez algunos pierdan la razón, pero no la verdad. Por eso existen locos que dicen verdades y esos otros solo saben guardar silencios, ese que aturde, molesta, irrita y nos impulsa a alguna imprudencia.
Y terminaré con lo que dijo el zapatero loco: “Todas las cosas se engendran a partir del gran misterio, y pasan de un grado a otro. Lo que quiera que avance en su grado no es objeto de abominación”. 





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