Solo un sueño... Gracias a Dios!

Matrimonio, difícil composición, Encontrar el equilibrio “perfecto” entre un hombre y una mujer (O lo que sea. ¿Ah? Y en sentido contrario)
Es realmente complejo, tratar de suponer que hoy con lo intolerantes que somos, dados a la mentira y la incapacidad para aceptar las cosas como vengan. Después de intentar sobrellevar de la manera más romántica las cosas, con los infaltables; “bebé”, “Nena”, “Cariño”, “Amor”, “Chimichurri” y demás… (La lista es larga) llegan los retoños, los herederos, los hijos y justo ahí inicia la segunda etapa. Pensar en más que dos.
Llegan los problemas matrimoniales, los hermosos inconvenientes sexuales e inicia la reconstrucción diaria. Mencionamos el diálogo, los gritos y porque no los golpes. Y viene la Vejez con las “chocheras” correspondientes, los fantasmas, los celos, los kilos de más… la costumbre y años de lo mismo, los aniversarios, el celebrar que hacemos parte de un hogar como el sofá ó la infaltable lavadora…
Y…
Y…
Y…
Y Gracias a Dios me desperté por el frenazo del bus y eso me imaginé al suponer estar casada y me dio sarpullido.
Pero, no se puede dejar de omitir, de reconocer que por supuesto hay cosas positivas, lindas, reconfortantes. Pero, primó el sueño de vivir una hermosa vejez y empecé por hacer un pacto con la soledad, lo que se desprenda de ahí en adelante Bienvenido sea!

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