Un momento... aquí talvez




Cuando ya me encuentre exhausto y mi espalda no pueda volver a su verticalidad odiosa, el viento me golpeara fuerte el rostro como animándome a seguir escalando la escarpada colina. El traje sudoroso y pesado recordara el poco gozo y la poca huella de felicidad que me acompaño. Sobre mi frente, ciertas gotas de sudor y mis manos aun sostendran las palabras capturadas en jubilosas lecturas. En un profundo suspiro ahogare la nostalgia que produce morir y me lanzare al mundo desconocido y tentador de las sombras...
...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Parar.

Soledad.

Mis señalamientos.